miércoles, 7 de octubre de 2009

MARCO ANTONIO HUERTA/GOLDEN BOY



GOLDEN BOY


¿Qué es esto? ¡Prodigio! Mis manos florecen.
—Juana de Ibarbourou


Del primer golpe la sangre con más fuerza, rauda, avasallante, en vías doblegadas. [Muros.] Corrosión para embalajes de promesa conferida, comprimida por difusos lindes otrora resistentes.

Al menos disparejo,
sobre eso versa este round;
porque de otro modo sería lo mismo,
and sex is so last year.
Si de otro modo,
pérdidas en bermellones de la piel, contra específica dureza de los huesos, colisión entre junturas:
una mordida.
Put your right fist in.

El pómulo del cuerpo es el llamado indestructible.
No en la quijada.
Please don’t hit my crotch.
Para álgido argumento de emergency exit en el óvalo cuadrado, limítrofe de múltiples, ruinosas torres en el templo de Angkor.
Una selva la blancura de los cuerpos, en el plano de una cama arrebatada por flamas en lengua seráfica.
Rompe el terrorismo del segundo inmolado sobre el tiempo, cuando jala hombros y acelera creciente de ríos en espirales, que se juntan hacia el abrazo y al decir:
Let us go inside your room.

Pero más viaja el sonido de ti sobre la cama. El golpe contra el hombro. Fragilidad en la clavícula. Por elasticidad de las costillas
el aire escapa y no regresa de la tráquea en la península del viento, uno alcanza a oír los remanentes últimos del oxígeno en el hierro.
You cannot beat me.
[Cuello púrpura y fugitivo pan del horno.]
As I pin you down
I’ll squeeze a kiss out of your mouth.

Porque no sólo es aire ni estadística del agua quienes me hablan de ti en horas elevadas, ni sudor terrible que se escurre por goteo de cuentas del arbitrio.
I think someone should count to 10.

One,
two,
three
and there you go:
lost within an undecipherable translation.

Su
mi
so,
[That is
Spanish for submissive.]
justo superar la cautela en medio de plaga lingüística, en redes recobradas al rumor de gusanos, por encima y dentro de carne descompuesta, en los planetas alineados bajo el punto de rocío de las montañas.

There is magic in fighting battles beyond endurance.

Para que transcurridas las horas [o ¿eran días?] de los puños se desprendan los tatuajes [rosas maceradas] que florecen en el llano lienzo de la derramada leche:
Spilt milk,
piel que transparente maximiza los enigmas a su mínima expresión. Las heridas bajo el augurio tardan más de siete días en curar;
testimonios para un público domo, última resolución ígnea de las querellas entre más de dos.

Mancha extendida, hiedra sensual de la epidermis, flores para los muertos que duermen abrazados a la luz de las puertas abiertas. Que filtran como el agua redimida de las presas concretadas por tapices en pasillos.

Light enhances features.

Y sólo así son claras las plausibles diferencias entre lamer y chupar,
entre el peso específico y el poder.
Dominación.
Y la masa atómica resiste cada vez con menor fuerza. El metal que aún soportaba se doblega ante los dones. Y las voces rebotan por paredes de baños en líquido cristal, defensa disipada, verificación de la avería en el reporte topográfico,
fogaje,
la ruina de los vasos:
hielo.

What’s confusing you this week?
[4, 5, 6]
Una lluvia en surcos por el puente de la espalda finaliza en el triángulo, deviene aspiración entrecortada:
Angkor
Angkor
Angkor
Que mantra repetido, anclaje, lastre, harbouring equipment, al agua abra puertas a un nirvana malicioso. Artificio para dos que son el filo de los ríos, en el valle arrancado hacia expectativas encubiertas.

So,
what are we doing tonight?

[siete,
ocho,
nueve]

Última contienda en los pronósticos de alto perfil. La traición de ardientes glóbulos traduce, entre pétalos de púrpura, persecuciones desde manos en corrientes azolvadas por debajo:
gresca en las turgencias del subsuelo.

De eso trata todo esto.

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